En este mismo medio de comunicación en el pasado fuimos muy críticos respecto del regreso al boxeo profesional de José “Pato Lucas” Sánchez. Su regreso en 2016 y su pelea por el título de Chile super ligero en 2017 ofrecieron una versión del excampeón peso mosca totalmente lejana a la de aquel boxeador que mantuvo viva la actividad en el país durante la década del 2000.
Su performance fue decepcionante y puso en duda la capacidad de Pato Lucas de volver a una actividad que había dejado en 2010 luego del lamentable incidente que casi le costó la vida en aquellos años.
Pero con la misma severidad que criticamos la actuación de Pato Lucas Sánchez en 2017, hoy no tenemos más que palabras elogiosas para un boxeador que demostró que trabajando y tomando este deporte en serio se pueden alcanzar las metas.
José Sánchez recordó por momentos a aquel boxeador de mediados de la década del 2000, veloz, con un variopinto repertorio de golpes y que añadió además la experiencia y el aplomo para sacar adelante un combate que se complicó apenas iniciada la pelea.
Esto porque su rival el argentino Javier José Clavero fue el dominador de las acciones al comienzo del combate, los nervios y la presión de estar presente en la pelea más importante de su carrera, jugaron en contra del chileno que se vió estático y sin respuesta a lo que proponía el boxeador trasandino.
Pero algo ocurrió a la mitad del combate que hizo que José Sánchez se soltara y comenzara a mostrar lo mejor de su repertorio, emparejando la pelea y llevando el combate a la decisión de los jueces que se inclinaron por el chileno todos con tarjetas 96-94.
Pese a que la esquina de Clavero reclamó un fallo injusto, lo cierto es que las tarjetas se ajustan a lo que fue el combate, cerrado y que pudo terminar con la victoria a favor de cualquiera de los púgiles.
Pero independiente del resultado ya la victoria de José Sánchez estaba consumada, porque su performance en el cuadrilátero del Club México terminó por hacer olvidar aquella desastrosa actuación de 2017, poniéndose de tú a tú con un rival casi 10 años menor y haciendo recordar por momentos a aquél Pato Lucas de mediados del 2000, pero en su versión 2020 campeón latinoamericano peso ligero de la OMB.
Fotos: La Morte Shots.
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