Este artículo forma parte del proyecto “Fuera los Seconds: pasado, presente y futuro del boxeo amateur en Chile”, realizado gracias al financiamiento del Fondo de Fomento de Medios de Comunicación Social 2023 del Ministerio Secretaría General de Gobierno de Chile y el Gobierno Regional Metropolitano de Santiago.

Tamara Maturana se destaca como una de las atletas seleccionadas para representar a nuestro país en la disciplina de boxeo femenino en los Juegos Panamericanos 2023. Formando parte de un grupo selecto, Tamara comparte este espacio con sus compañeras Daniela Bravo y Kim Sandoval, quienes son las únicas tres mujeres que pudieron integrar este equipo. Juntas, se sometieron a un riguroso proceso de preparación en Bogotá junto al equipo de boxeo de Colombia.

El camino de Tamara en el mundo del boxeo comenzó en el año 2016, cuando decidió adentrarse de manera recreativa como miembro del Club Carlos Molina. Al principio, su participación se limitó a unas pocas exhibiciones, pero su pasión y compromiso la llevaron a competir en el torneo Nacional. Sin embargo, no fue hasta el año 2019 que Tamara decidió dar un giro en su vida y tomar este deporte más en serio. A partir de ese momento, comenzó a entrenar con un enfoque competitivo, marcando así el inicio de su trayectoria en el mundo del boxeo.

¿Y qué te motivó a boxear más en serio?

Me motivó netamente haber ido a un nacional de adulta y haber peleado con una de las chicas que en ese entonces era bien buena. Yo sentí que había ganado la pelea, pero me la dieron perdedora. Con eso dije “basta, lo voy a empezar a tomar en serio y me voy a preparar para venir el otro año y ganar”. Lo tomé a nivel personal, y eso me motivó a tener más responsabilidad, a estar más presente y a ser más constante.

¿Cómo ves el crecimiento del boxeo femenino?

Siento que ha avanzado, pero quizás no lo suficiente. Uno observa que las chicas de Bogotá, por ejemplo, se mantienen año tras año casi las mismas. Es bastante extraño que el equipo se renueve con regularidad, algo que ocurre con frecuencia en Chile, donde el equipo nacional no se mantiene por diversas razones. Así que con eso vemos la importancia de tener constancia y un mayor apoyo, especialmente para las mujeres, ya que no solo deben entrenar, sino también trabajar y estudiar. Tienes que responder a la vida normal, no a la vida de un deportista.

¿Qué tipo de apoyo crees que falta al boxeo femenino?

Puede ser a nivel general. No solamente, no sé, de un alcalde o de un gobernador, sino que también como Federación intentar mantener al equipo, que sí lo han intentado. Pero, por ejemplo, el comité dio solamente tres cupos para mujeres, siendo que hay más categorías. Entonces quizás sería diferente la historia. Tendríamos más logros, más oportunidades, habría más roces para todas. Y quizás subiría mucho más al nivel, no solo en pesos bajos, sino que en pesos altos con mujeres, que se ve súper poco.

¿Y cuál ha sido tu experiencia personal el boxeo femenino en Chile,

Es bastante complicado porque en cuanto a roces, es casi nulo. Tienes que, no sé, poco más que rogarle a alguien para que quiera combatir. Quizás puede que falte eso, el roce femenino. Y como experiencia, claramente es duro porque las selecciones no están separadas. Vamos todos juntos. Ya sea hombre, ya sea mujer, cadete, juvenil; vamos todos juntos. Entonces, no es lo mismo la energía de un niño de 15 o 14 años con alguien más adulto. Es complicado pero igual es motivador, y el ambiente es grato.

Foto: Jorge Drouillas.

¿En la selección…?

Nada que decir. El ambiente es súper grato. Yo llevo casi dos años, en febrero cumplo dos años en la selección y el ambiente es grato. Hay compañerismo, a pesar de que el equipo igual se conformó tarde en sí, pero hartos ya teníamos desde hace más de un año.

¿Cuáles son los desafíos personales que has enfrentado como boxeadora a lo largo de todo este tiempo?

El mayor desafío personal es mantenerse entrenando en la Federación estando lejos de casa. Yo lo digo como lejos porque igual de lunes a viernes, o a sábado, yo me quedaba en la Federación. Entonces uno echa de menos la casa, a la familia, al perro o hasta la misma cama. Es la mayor lucha que uno tiene y sobre todo cuando a veces las cosas no te salen o no avanzas ahí, se empieza a cuestionar. Y hay momentos y momentos. Lo importante es pasarlo. Hay que tener una mentalidad bastante fuerte igual para mantenerse ahí. Básicamente por tu convicción, tu pasión. Porque uno se puede quedar cómodamente entrenando en el club, pero realmente tienes que salir de tu zona de confort para avanzar.

Y tú que partiste con el boxeo recreativo ¿cómo ves el crecimiento y la popularidad del boxeo femenino de ahora?

Igual ha avanzado bastante. Si bien no todos lo usan para combatir, sí hay varias mujeres, niñas y adultas que se están atreviendo a boxear, y eso es súper positivo porque es un avance. Aún así, hay que seguir fomentándolo y demostrar que no es solo ‘pescarse a combos’, sino que hay toda una técnica. Hay todo un trabajo físico y mental detrás, y hay que luchar con mil cosas. Pero es un avance.

¿Cuáles son tus logros como boxeadora?

Subir al ring después de esa pelea que perdí por retiro, fue todo un desafío porque no tenía confianza. Volver a tener esa confianza es como volver a desafiarte, a subir donde hay gente, donde hay expresión… Es uno de mis primeros logros. Y ya después, los campeonatos, ya que todos aspiramos en primera instancia a ganar un nacional. Otra instancia es ganarle a una persona con la que perdiste. Yo fui a pelear a Iquique con una persona que perdí el segundo nacional, y ahí le gané en su casa. Con eso me quedé por pagada. Pero es parte de salir y enfrentar a gente que ya tiene recorrido, es reconfortante después decir “ya no me faltó tanto”, porque tienes más experiencia, un poquito más de confianza y desarrollaste más habilidades.

Con respecto al tema del boxeo femenino y la equidad, ¿cuál es tu perspectiva? ¿Qué crees que falta?  ¿Aún se percibe como un deporte dominado por hombres o crees que ese estigma está empezando a desaparecer?

Pienso que ese tabú se está quitando hace rato porque no hay mejor lugar para demostrar que en el ring, que las mujeres también podemos y que no nos achicamos ni con un hombre, ni con una mujer, ni con nadie. Ese tabú ya se está yendo y lo hemos demostrado porque va netamente en uno. Obviamente hay que seguir trabajando porque quizás de afuera no lo ven así, pero el día a día acá en la selección no estamos separados, vamos todos juntos a lo mismo.

¿Qué boxeadoras admiras?

En Chile, de manera profesional, la que está activa es Daniela Asenjo. Es alguien que se ha mantenido porque es una persona, por lo que yo veo -es que no la conozco personalmente- súper disciplinada y constante. La disciplina y la constancia le ganan al talento, y eso se ve reflejado con el tiempo. Porque uno puede ser talentosa, pero si eres indisciplinada, no vas a llegar muy lejos. Y ella demuestra eso, demuestra que es muy disciplinada y constante y que ama mucho lo que hace.