“Cuando subieron al cuadrilátero, la barra estudiantil atronó el Caupolicán. El pije Coliñon, bien uniformado, con bata de seda azul y la gran lechuza universitaria en la espalda, saludo aparatosamente. Un grito enorme de sílabas entrecortadas dio la bienvenida al campeón: Chi-chi-chi-le-le-le-U-ni-ver-si-dad-de-Chi-le.”

El púgil y San Pancracio Juan Uribe Echeverria. 1966

La historia del boxeo nacional está llena de aficionados, que solo por gusto contribuyeron enormemente al desarrollo de este deporte en Chile. Este es el caso de un personaje desconocido, el Sportman nacional Temístocles Sáenz Soro quien fue el principal impulsor del boxeo universitario en Chile contribuyendo a la formación de clubes en la Universidad de Chile, Católica, Valparaíso y la Universidad de Concepción, así mismo organizo variados torneos universitarios, en los cuales la aristocracia de la época practicaba el boxeo, primero de manera recreativa y paulatinamente avanzando en la creación de campeonatos amateur, que incluso llegaron a las olimpiadas de Paris en 1924, como es el caso de Zorobabel Rodríguez.

Temístocles Sáenz responde a Los Sports[1], que su misión difusora del boxeo cumple con el objetivo de las naciones más avanzadas, que fomentan el deporte científico y también un deber patriótico, en la formación moral y física de las elites.

En una columna inserta en la misma entrevista menciona: “Con justa razón alguien ha dicho que el porvenir de Chile está en las manos de la juventud estudiosa, lo que no debe extrañarnos por palparnos continuamente en las grandes jornadas que tienen por escenario el extranjero. Norte América, Inglaterra, Francia y Alemania, exhiben un porcentaje considerable de estudiantes que en la palestra deportiva se someten al cultivo de su pasta física. Hagamos otro tanto en Chile, y convirtamos en realidad lo que se está gestando con fuerzas de huracán; para lo que necesitamos la cooperación, una ayuda rápida y eficaz de parte de quienes, están encargados de encauzar la educación física en el país, para así contribuir a un brillante porvenir racial.[2]

Sáenz, demuestra así su ferviente creencia en que el deporte podría renovar el país, y aún más conformar una mejor elite, es en sí un objetivo político ideológico la necesidad de formar una elite higienista con un estricto código moral, de ahí su fuerte labor por la difusión del boxeo en las universidades. ¿Pero era Sáez un simple teórico? Lejos de ser un simple boxeador de papel, se dedicó desde temprana edad durante los inicios del boxeo masivo en Chile, aprender la “dulce ciencia”, en 1917 aprende la técnica con el púgil Charles Roberts, un peso ligero de Concepción, que competía frecuentemente en los diversos ring que pululaban por Santiago. Además, en este mismo año tomaba clases diarias en la Federación de boxeo de Chile, que a esos años se ubicaba en la actual calle Nueva York, incluso comenta que, por esos años, su formación incluía la voraz lectura de diversos manuales de boxeo, lucha y cultura física, en diversos idiomas, esta era sin duda una ventaja ya que el conocimiento del boxeo académico, sigue perteneciendo hasta el día de hoy al manejo del idioma inglés. Ya con estas ventajas culturales Sáenz ya en 1922 se transforma en entrenador y manager de variados púgiles algunos de renombre en Sudamérica como Salvador Grecco, Constantino Saffie, Abelardo Hevia, Eliecer Ortega entre otros.[3]

En 1925 comenzó a viajar por el mundo a competir en diversos campeonatos amateurs, en Buenos Aires, Boston y Montevideo. Compitiendo junto a sus púgiles en varias ocasiones, incluso su record es bastante impresionante, con 573 peleas amateur y 467 victorias. Sin duda Sáez no era un aristócrata de club, si no que un personaje activo en la formación de clubes universitarios y la actividad deportiva en los principales centros estudiantiles de Chile. En 1927 viaja a Talcahuano para formar árbitros y jueces de boxeo, que participaran en los eventos boxeriles de la Universidad de Concepción. En esta misma ciudad participo como inspector de ring y en los entrenamientos de los diversos centros boxeriles del Gran Concepción, también fue delegado regional del importante club de esa zona el Aliro Gonzales, ante la asociación departamental de Santiago, miembro de la comisión de campeonatos y vicepresidente de la Comisión Técnica de entrenamientos; director de numerosas corporaciones boxeriles. En 1927 abre el centro de boxeo de la Universidad Católica en donde fue director y organizador de variadas olimpiadas universitarias. También fue corresponsal de la revista Nueva York pugilista y formador del Primer Congreso Nacional de boxeo amateur y perfeccionamiento de los pugilistas amateurs de Chile.

La labor de Sáenz fue incansable, partiendo como un simple practicante con recursos, termina 10 años después como una de las figuras más relevantes en la organización del boxeo amateur en Chile, su labor fue incansable respecto a lo que muchas veces pasa escondido entre las luces y nocauts del boxeo, su labor fue la formación de una estructura administrativa del boxeo amateur y más especialmente en el caso de la organización universitaria de diversos torneos. Incluso hoy en día esta labor parece fuera de todo alcance.

Evidentemente Sáenz, contaba con una amplia red de contactos y el ser miembro de la aristocracia favorecía enormemente su labor, es caso clásico del Sportman, un caballero que cultiva su cuerpo, pero a la vez es capaz de hacer de esto una opción política. En el caso de Sáenz apuesta fuertemente por el desarrollo del boxeo amateur como formador de los valores de la clase dirigente y el deporte en general como formador de la masculinidad. Temístocles Sáenz, es la muestra como la elite se tomaba el deporte a inicios del siglo XX, primero parte como amateur, pero rápidamente escala a las posiciones administrativas de importancia, tanto en las comitivas provinciales como formativas de las reglas del boxeo en Chile. Su aporte al desarrollo del boxeo fue fundamental en áreas poco conocidas, como la gestión del entrenamiento científico, la organización de jueces y árbitros a lo largo del país y la creación de clubes universitarios de boxeo al más estilo de las Universidades de Estados Unidos. Sáenz pasa más bien a la historia como juez y autoridad directiva del boxeo en Chile, pero es elemental entender que incluso desde su acomodada posición fue capaz entrenar, combatir, dirigir y gestionar amplias redes de este deporte por todos los centros de educación de Chile.

[1] Los Sports. “Preparando la olimpiada universitaria”, 5 de octubre de 1928. Artículo de Tonobar, página 1

[2] Los Sports. “Convirtamos en realidad lo que se está gestando con fuerzas de un huracán”, 5 de octubre de 1928.  Temístocles Sáenz Soro página 1

[3] Los Sports. Op. Cit p. 1