Luego que Carl Frampton unificara los títulos súpergallo de la AMB/FIB, al derrotar en decisión mayoritaria a Scott Quigg en el Machester Arena, el púgil oriundo de Belfast debe definir cuáles serán sus próximos pasos.

En ese sentido deberá decidir si acata o no la decisión de la AMB de enfrentarlo con el cubano Guillermo Rigondeaux, en una pelea titular mandatoria el próximo 27 de julio, algo que al parecer, no es visto con buenos ojos en el equipo del flamante campeón.

En paralelo, la FIB también ordenó una pelea mandatoria, esta vez ante el japones Shingo Wake, quien sería el elegido para el próximo combate de Frampton según las palabras del manager del irlandés, Barry McGuigan, “es la opción más obvia y si no se da, nos veremos forzados a dejar vacante el cinturón de la AMB”, afirmó.

Es conocido que McGuigan no es un seguidor del estilo de boxeo de Rigondeaux, de hecho criticó la última presentación del cubano cuando derrotó al filipino, Drian Francisco.

Dentro del horizonte de Frampton aparece también el campeón peso pluma de la AMB, Leo Santa Cruz, quien ha manifestado su intención de enfrentar en el futuro al campeón de Irlanda del Norte.