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Un caso poco conocido en la historia nacional del boxeo, la participación del equipo chileno en las olimpiadas de Berlín en 1936, durante el régimen Nazi. El caso de Giaverini es poco común en la época, ya que no cerró el ciclo como profesional, ya que se estilaba en esos años en donde el boxeo amateur era solo una escuela para el profesional. Giaverini comenzó a sonar por los medios deportivos desde 1926, como peso ligero, en 1928 fue al sudamericano de Buenos Aires, equipo famoso por la participación de notables púgiles históricos como Fernandito, “Cabro” Sanchez y “Chumingo” Osorio, en este torneo llego a la final pero fue eliminado por el campeón ligero argentino. En 1929 ganó el campeonato sudamericano, esta vez organizado en la maestranza de Marcoleta, en Santiago.

Consolidado, así como el mejor ligero del cono sur, se vio con muchas proyecciones futuras. Pero curiosamente en lo más alto de su carrera, abandono el boxeo de forma competitiva y solo se dedicó a la práctica recreacional, así pasaron los años hasta que en 1936 se anunció que Chile estaría en los juegos de Berlín, Giaverini esta vez se interesó por participar, y volvió a entrenar, con dedicación completa a la preparación olímpica, sin embargo, a pesar de quedar clasificado a los juegos olímpicos, subió de peso y quedo clasificado en súper mediano ( medio mediano en la época) a todas luces un salto de categorías inverosímil. En esta delegación que asistió a las míticas olimpiadas de Tercer Reich, estaban  Guillermo López, Luis Vergara y Carlos Lillo, el primero fue derrotado por el campeón alemán, y Lillo quien avanzo octavos de final, fue eliminado en un día de doble competencia, sin duda en esta época las reglas de competencia era muy laxas, el mismo Giaverini en un peso inverosímil para su real categoría, perdió de forma arrolladora y esa fue la suerte del equipo chileno, que cuenta con un par de anécdotas extrañas, como que Giaverini era entrenador, dirigente y competidor y que Jimmy Ramussen un filántropo que financio la expedición, también iba como competidor, sin embargo se lesiono y no pudo participar. La suerte del equipo chileno fue escasa, sin embargo, aun así llevo 5 púgiles a una de las olimpiadas más polémicas de todos los tiempos. Giaverini paso a la posteridad como uno de los amateur más activos en el mundo del boxeo, intentando varios retornos en peso medio y welter, sin embargo el físico ya lo había abandonado.